Marcas de ropa bajan precios hasta 40% ante la avalancha de importaciones

La medida responde tanto a la creciente competencia de productos extranjeros como a la reciente reducción de aranceles.


En un contexto de fuerte incremento de importaciones en el sector textil e indumentaria, varias marcas nacionales decidieron reducir sus precios para sostener el nivel de ventas. La medida responde tanto a la creciente competencia de productos extranjeros como a la reciente reducción de aranceles a la importación.

La firma Equus anunció una baja de hasta el 40% en sus productos. Según detallaron, se pueden adquirir sweaters y pantalones desde $49.900, camisas desde $59.900, jeans desde $64.900, camperas desde $84.900 y abrigos desde $159.900. “Estamos convencidos de que como argentinos debemos acompañar a nuestros consumidores en este momento clave de recuperación económica”, afirmaron Pedro y Martín Wolfsohn, CEOs de Equus.

Por su parte, Federico Álvarez Castillo, dueño de Etiqueta Negra y Gola, también confirmó una reducción de precios. «Nos adecuamos a la nueva normativa arancelaria y se lo trasladamos al consumidor”, explicó.

En abril, el Gobierno redujo los aranceles: del 35% al 20% para indumentaria y calzado, del 26% al 18% para tejidos, y entre 12% y 16% para hilados, según el tipo.

Mientras tanto, la Fundación Pro Tejer alertó sobre un proceso de debilitamiento estructural en el sector. En el primer trimestre del año, las importaciones de indumentaria crecieron un 86% interanual en volumen, y las de textiles, un 109%. El 67% de las prendas vendidas en el país actualmente son importadas, el valor más alto de la serie histórica. En los shoppings, el 75% de la ropa es de origen extranjero. “El retroceso se traduce en cierre de empresas, pérdida de empleo y de eslabones clave en la cadena de valor”, indicaron desde la fundación.

“El 80% del precio que paga el consumidor final por una remera premium en un shopping no está vinculado a la producción ni al diseño”, agregaron.

Además del contexto arancelario, también crecieron las compras por courier en el comercio electrónico, lo que obligó a ampliar la capacidad operativa en aeropuertos.

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